Raymond Williams es estadounidense pero parte de su corazón está en Colombia. Williams, uno de los directivos de la Asociación de Colombianistas Norteamericanos, acaba de publicar el libro Novela y poder en Colombia, que para muchos es un trabajo polémico pero para otros un gran aporte. Williams es profesor de español y director del programa de estudios de posgrado de la Universidad de Colorado en Boulder. También ha dictado cátedra de literatura hispanoamericana en la Universidad de Washington, en Saint Louis, Missouri (EE.UU.).
Por: REDACCION EL TIEMPO 17 de junio 1991 , 12:00 a. m.
Williams se detuvo a estudiar la relación que existe en Colombia entre la cultura y el poder ya que proveniente de una cultura donde esta concepción es bien distinta.
Este es un país donde se privilegia la cultura y la literatura. Donde es un orgullo hacer un buen uso del idioma y haber publicado varios libros. Aquí un argumento para ser candidato a la presidencia es haber escrito alguna obra. En otros países esto es un absurdo. En Estados Unidos es un punto débil, un defecto del candidato. Se le consideraría poco práctico .
Williams señala que Colombia, como objeto de estudio, es un verdadero reto: Las condiciones de este país son especiales, a nivel político, económico y cultural .
Algunos críticos afirman que Novela y poder en Colombia es un libro que cae en el error sectorizar y regionalizar la novela colombiana. Williamns señala que su propósito es demostrar cómo en Colombia algunas novelas han partido de una base regional y han alcanzado un dimensión universal. Como por ejemplo, María y La Vorágine.
Hasta el siglo XIX esta nación era más o menos cuatro países: el altiplano cundiboyacense, la Costa Atlántica, Antioquia Grande y el Gran Cauca , asegura Williams.
El regionalismo dejó de ser importante en Colombia hacia 1950 cuando ocurrieron tres fenómenos importantes: la aparición de la revista Mito, la llegada de la televisión y la publicación de La Hojarasca. A partir de ese momento la novela colombia se volvió nacional y moderna.
Ahora, que todo el mundo habla de la era postmoderna, Williams asegura que Colombia es uno de los países que más vive esta condición. Vive las ambigedades y paradojas. El hombre de negocios más postmoderno es el narcotraficante ya que siempre hace uso de las tecnologías más sosfisticadas .
Esta característica se extiende a escritores como Alba Lucía Angel, Rafael Humberto Moreno Durán y Rodrigo Parra Sandoval, quienes, según el investigador estadounidense, son traficantes de ideas. Abordan pequeños problemas estilísticos ante la imposibilidad de ser totalitarios .
Nota tomada de https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-104539.
17 de junio 1991 , 12:00 a. m.